La secuencia que comentaré pertenece a la serie WESTWORLD de la cadena HBO y trata de cuando la banda del forajido Hector Escaton (Rodrigo Santoro) entra en el pueblo con intención de robar la caja fuerte que se encuentra en el bar en el que ejercen las prostitutas y de llevarse por delante a todo aquel que se interponga.
Lo destacable es como está rodada, con que energía y emoción se desarrolla, nada que envidiar a los mejores western de las últimas décadas como Sin Perdón, Open Range o Wyatt Earp, por supuesto me refiero a la parte técnica, no quiero menospreciar los clásicos.
Todo empieza con un travelling como si escondidos mirásemos de reojo y viéramos a lo lejos como llegan al pueblo la banda montada a caballo, entonces un tipo se les acerca y le acusa a Hector que lleva el caballo del shérif donde va montado, entonces éste le dispara a ojos del “público” oculto tras las cristaleras de las tiendas y locales, se baja del caballo y con el tipo tirado en el suelo se le acerca y le dispara a bocajarro, he aquí donde vemos como con un travellíng siguiendo a Hector a lo lejos y saltamos a un plano cerrado para recoger el disparo y a cámara lenta va levantando el plano para verle con una elegancia como vuelve a recargar el arma y se da media vuelta para pasarle el rifle a su compañera Armistice (Ingrid Bolsø Berdal) mientras ésta le entrega una cuerda (con la que atar la caja fuerte) y se dirige al interior del bar. Está claro que a Rodrigo Santoro el personaje de bandido le va al dedillo y es que con la vestimenta, el sombrero, los guantes y que tenga una funda en su espalda para que pueda colocar el rifle reafirma mas aún, su pose, su chulería, arrogancia y saber estar.
Con la armonía de la música sobre la que se apoyan las imágenes cambia de plano y pasamos a un travelling alrededor de los personajes y vemos como tiran una tela enrollada donde al desenvolverla se descubren las armas que llevan y pasándole una a Armistice empieza lo bueno (hasta aquí la cámara lenta), al igual que con movimientos de cámara en el cine, un tiroteo en el que no te deja ni pestañear, ya no solo por la rapidez con la que carga el arma constantemente el personaje, sino con la inmediatez con la que actúa la steadycam, pasión y emoción desmedida, ver el tiroteo de un modo casi subjetivo con escorzo de Armistice, resaltando el plano en el que cambia el ángulo de un lado a otro y cortar a verla de frente, su expresión, su mirada, todo ello sin parar no tiene desperdicio (sinceramente, he visto esta secuencia varias veces y aún así no consigo cansarme de verla), parece que estemos dentro de un videojuego pero con imagen real.
De todos modos esta serie se lleva la palma en otras cosas como el guión, ambientación, fotografía, decoración, interpretación, el elenco es grande. Por citar un ejemplo ver como Dolores Abernathy (Evan Rachel Wood) cambia de registro interpretativo al ser examinada por Ashley Stubbs (Luke Hemsworth) y encontrándose en una situación de ansiedad corta automáticamente cuando éste le da la orden “sin emociones” o la llevan a un estado alegre y todo ello desnuda totalmente, que aunque sé que un/a actor/actriz lo primero que hace y a lo que se enfrenta es a su desnudez física y emocional, esto no quita la profesionalidad que afronta estando delante de parte del equipo técnico y artístico.
Otro ejemplo a destacar en la misma linea es cuando el Dr. Robert Ford (Anthony Hopkins) examina a Peter Abernathy (Louis Herthum) y padre de Dolores accediendo a distintas capas de su “programación”, con unas lineas de diálogo de lo mas interesante y contundentes ( … las cosas que les haré aunque todavía las ignoro serán los peores terrores de la Tierra. ¿No sabe donde está, verdad? En una prisión de sus propios pecados! ), muy shakesperianas, por los datos que aporta a la historia en si y que según van pasando los capítulos cobran mas valor preparándonos para lo que se nos presentará en el desarrollo final.
Desde luego WESTWORLD es una de las series interesantes que prometen y que darán que hablar, exige fijarse en los detalles, mínimo un par de revisiones e incluso tener unas tertulias con otr@s seriéfil@s para descubrir distintos puntos de vista. No estaría mal tener un coloquio con Michael Crichton, Jonathan Nolan o incluso a Vicenzo Natali (Cube) que también ha dirigido un episodio.
Ni que decir tiene que la música aquí tiene un papel fundamental y si otro dato mas a destacar tiene esta serie son las canciones archiconocidas, versionadas y orquestadas, que para esta secuencia le ha tocado a “Paint It Black” de los Rolling Stones, que en el montaje de la secuencia han encajado como un reloj suizo y que no me hizo recordar para nada “La chaqueta metálica” que hasta entonces era el referente de tal tema.
Y si alguno tiene ganas le invito a que escuche el tema original de la secuencia “Paint It, Black – Ramin Djawadi“, un subidón de adrenalina y cinematográfico en toda regla.
Y lo redactado es sólo una porción del primer episodio.